viernes, 16 de abril de 2010

Opening, Quinta Trabucco.

Vuelo de ángeles.




















Vuelo de ángeles
Óleos y tintas 2007-2009

Las experiencias más profundas que configuran nuestra existencia, tienen su refugio en la memoria. Una memoria que guarda intactos los sentidos, las vibraciones, la pasión pero sufre del olvido de las fechas que registra el almanaque.
Para Alejandro Avakian, la pintura consiste justamente en plasmar vivas y con la mayor pureza posible ese devenir de la existencia que oscila siempre entre la alegría y el dolor, la intimidad y la conciencia colectiva.

Las grandes dimensiones de las telas que aquí se presentan, son el resultado del trabajo de Avakian, que atento a sus necesidades expresivas se instaló en el Barrio de Barracas en un gigantesco galpón que fue hasta poco tiempo atrás, una fundición de acero.
Sus trabajos, sin proponérselo conscientemente, van del all cover (todo cubierto) a composiciones despojadas, donde la tela blanca hace hablar al vacío,
de furiosos colores saturados al blanco y negro, de óleos de grandes tamaños a sensibles acuarelas sobre papel. Desde sus inicios académicos y manteniendo siempre la presencia de sus modelo en el taller, Avakian fue liberando la figuración hasta alcanzar una libertad expresiva que transgrede todo orden establecido, pero que sin embargo tiene sus raíces en la confrontación con la realidad





Adriana Laurenzi. Curadora.