El abrazo. Óleo sobre tela, 150x150.2010.
Barracas
En la calle Santo Domingo 3082 se encuentra el edificio que fue hasta noviembre del 2007 una fundición de acero, hoy es el taller de Alejandro Avakian. En este espacio se produjo este encuentro fecundo entre la industria y el arte. Avakian tensa y empuja hasta el límite de las posibilidades expresivas del gesto, corporizando en la tela blanca golpes certeros, matéricos, cargados de una vital energía, la impronta de sus manos embebidas en color, el arrastre y la chorreadura del pincel que hiere la superficie tensa de la tela inmaculada.
Es el espacio desmesurado del galpón el que lleva a abandonar la contención y avanzar más allá del límite.
Es ese espacio el que rebalsa los márgenes, el que no respeta, el que se arriesga a asaltar la forma y los posibles e infinitos acordes que se pegan en la tela.
Es el espacio, es la luz, es Charly García, son los ruidos de camiones, del mercado, de los chicos, la modelo, los óleos, la hora, el otoño, la tarde. Es el espacio de la conciencia libre del arte.
Es el espacio de Barracas, al sur de Buenos Aires, al lado del río oscuro que llaman del Plata donde los colores y la fuerza expansiva del aire dan vida cada día a la pintura de Alejandro Avakian.
Adriana Laurenzi